Leer ¿obligación o diversión?

El pasado día 2 de abril se celebró el Día de Internacional del Libro Infantil y Juvenil, esta fecha coincide con la fecha de nacimiento del escritor Hans Christian Anderse.

El objetivo que tiene este día es fomentar la lectura desde edades tempranas y mostrar en la literatura infantil y juvenil una alternativa no solo para el desarrollo cognitivo, sino también para la diversión y el entretenimiento.

En Madrid, el Consejo General del Libro Infantil y Juvenil, organiza un encuentro al año, el cual se centra en los libros para niños y jóvenes. Esta acción se lleva desarrollando desde hace más de 37 años y lo que se pretende es conseguir llevar la buena literatura y los buenos libros a todos los rincones donde haya lectores. 

Además cuentan con un espacio de encuentro entre los jóvenes lectores y todos los mediadores que intervienen en la creación de un libro, que es el Salón del Libro Infantil y Juvenil.

Son muchos los lugares en los que ya se cuenta con una feria dedicada a la literatura infantil y juvenil, por ejemplo: Bueno Aires, México, Chile, Bolonia (Italia).

El año pasado, el tema de la Feria del Libro de Madrid fue las bibliotecas y la lectura y además fue el hilo conductor en el Pabellón Infantil "Bibliotecas abiertas al futuro", en donde se realizaron cuentacuentos, talleres y espectáculos relacionados con los libros.

Considero que es importante fomentar la lectura, pero creo que hay que hacerlo de manera que los niños tengan interés y les llame la atención porque si se continua como se está haciendo hasta ahora, creo que vamos por el mal camino.

En la actualidad, es habitual encontrarse con profesores que mandan leer un libro y a posteriori te hacen una examen o te mandan hacer un comentario para saber si lo has leído y te has fijado en los detalles, pero en mi opinión creo que esa no es la forma de fomentar la lectura sino de hacer que los niños pierdan la ilusión por los libros. 

Pienso que para que los niños empiecen a leer libros deben empezar por aquellos géneros que más les atraigan y así podrán empezar a disfrutar de la lectura y del maravilloso mundo en el que ésta nos hace adentrarnos.

Después de haber investigado un poco sobre este tema, he visto una  reflexión que me gustaría compartir:

"Un libro nunca termina en la última página, nunca es el final sino el punto de partida de una conversación, de la búsqueda de nuevas historias, del deseo de saber. Un libro leído en el regazo es también un espacio de encuentro, un recuerdo cálido, la certeza de ser querido. Pero sobre todo, un libro debe ser una elección. Como dice Daniel Pennac, de la misma forma que no se puede obligar a amar o a soñar, el verbo leer tampoco admite el imperativo."